Decepción final:
Rober afeitándose:
Llegada a Castilla:
5º DÍA: EL ENTREGO-GIJÓN
Otro día más que nos levantamos tarde, lo de madrugar en este viaje se dio muy poco, pero bueno, estábamos de vacaciones.
Por la mañana vimos el Museo de la Minería. Muy interesante, más de lo que nos pensábamos. Estaba lleno de máquinas antiguas, y hacía un extenso repaso a todos los hechos que han cambiado tanto a esta región de Asturias y que tienen que ver principalmente con la revolución industrial: la máquina de vapor, la minería, el aumento de población obrera, el desarrollo del ferrocarril, las organizaciones obreras…; incluso una visita a una mina subterránea dentro del mismo museo. Todo un hallazgo, ¡recomendado!
Tras acabar de verlo y preparar de nuevo nuestras bicis, partimos hacia Gijón, con la esperanza de llegar pronto, solo nos restaban unos 40 km, aunque al final fueron solo 20 km. Nuestra etapa final fue El Berrón, donde una intensa lluvia nos obligó a buscar refugio (¡qué casualidad!), en una parada de tren.
Y con este tren llegamos a Gijón, donde nos esperaban nuestros queridos amigos Ander y Pablo. Allí nos comimos nuestra fabada asturiana (¡por fin!) aunque tuvo que ser de bote y en plato de plástico. Esa noche fue la fiesta final, ya que al día siguiente tuvimos que volver para nuestra querida Castilla.
Aquí se acaba nuestra primera (pero no última) aventura bicicletera.
Espero que os demos tanta envidia, como para animaros a acompañarnos en próximas citas.
Por la mañana vimos el Museo de la Minería. Muy interesante, más de lo que nos pensábamos. Estaba lleno de máquinas antiguas, y hacía un extenso repaso a todos los hechos que han cambiado tanto a esta región de Asturias y que tienen que ver principalmente con la revolución industrial: la máquina de vapor, la minería, el aumento de población obrera, el desarrollo del ferrocarril, las organizaciones obreras…; incluso una visita a una mina subterránea dentro del mismo museo. Todo un hallazgo, ¡recomendado!
Tras acabar de verlo y preparar de nuevo nuestras bicis, partimos hacia Gijón, con la esperanza de llegar pronto, solo nos restaban unos 40 km, aunque al final fueron solo 20 km. Nuestra etapa final fue El Berrón, donde una intensa lluvia nos obligó a buscar refugio (¡qué casualidad!), en una parada de tren.
Y con este tren llegamos a Gijón, donde nos esperaban nuestros queridos amigos Ander y Pablo. Allí nos comimos nuestra fabada asturiana (¡por fin!) aunque tuvo que ser de bote y en plato de plástico. Esa noche fue la fiesta final, ya que al día siguiente tuvimos que volver para nuestra querida Castilla.
Aquí se acaba nuestra primera (pero no última) aventura bicicletera.
Espero que os demos tanta envidia, como para animaros a acompañarnos en próximas citas.
FOTOS
1.Museo Mineria 2.Locomotora 3.Máquina que al pisar se mueve 4.¿Orreo? 5.Decepción 6.Diluvio 7.Foto finish con Ander 8.Fabada de bote para cenar 9. y 1o.En el tren de vuelta 11.En nuestra casa
4º DÍA: POLA DE LENA-EL ENTREGO
Nuestra idea era partir hacia Oviedo y después Gijón, para visitar las dos ciudades más importantes de Asturias, pero dado el problema que nos dijeron que íbamos a tener con el alojamiento en Oviedo, cambiamos de idea. Nuestro casero del día anterior nos aconsejó ir a El Entrego, donde estaba el museo de la minería, y hacia allí nos dirigimos.
Entre pitos y flautas, salimos de Pola de Lena a las 14:00, excesivamente tarde. Fuimos por la nacional paralela a la A-66 hasta Mieres. Allí comimos (o merendamos) placidamente en un parque. Después de comer seguimos por la AS-111 dirección Langreo-La Felguera. Poca circulación y paisajes muy bonitos. A mitad de camino subimos hasta el Alto de San Emiliano, después todo fue bajada hasta Langreo.
El Entrego estaba cerca y pudimos ir todo el rato al borde del río Nalón, por una especie de “paseo fluvial”. Nuestra primera necesidad al llegar era encontrar un lugar donde dormir. Llevábamos la tienda de campaña, pero era imposible acampar en ningún lado, ya que es una zona muy poblada y con mucho desnivel. Buscando y preguntando, por fin conseguimos alojarnos los tres en el piso superior de una sidrería, en una habitación con una cama de matrimonio y mantas y sacos en el suelo. Un poco cutre pero nos salvó la vida y fue muy barato.
Pasamos por la puerta del Museo de la Minería pero lo tuvimos que dejar para el día siguiente porque ya estaba cerrado. Al final de un día de muy poco esfuerzo, decidimos salir de fiesta, total, ¡¡estábamos alojados en una sidrería!!
FOTOS
1.Comida en Mieres 2.Siesta 3.Subiendo a San Emiliano 4.Rober sube marcha atrás 5.No tirar basuras 6. y 7. Paisajes asturianos 8.Caballo 9.Ermita en San Emiliano 10.Heno 11.Verde 12.MUMI 10.Habitación de matrimonio
3º DÍA: VILLAMANÍN-POLA DE LENA
El tercer día nos levantamos bien pronto. Pero amanecimos con dos malas noticias. La bici de Rodrigo tenía un pinchazo y además estaba lloviendo. El pinchazo le arreglamos rápido, pero la lluvia era un problema más grande. Fernando quería coger ya un tren para Gijón, pero esta era una opción que no entraba en la cabeza de Rodrigo y Roberto.
Finalmente nos impermeabilizamos como pudimos, con varios plásticos y cinta americana. Lo importante era que no se mojara el equipaje, nosotros ya nos secaríamos. Empezamos la etapa más dura pero también la más apasionante. La lluvia no nos molestó demasiado ya que era de poca intensidad y paró cuando llegamos al Puerto de Pajares (1378 m). Subir Pajares por la vertiente castellana no tiene nada que ver con subirle por la asturiana (por la asturiana no habríamos podido con el peso de nuestras alforjas) pero al fin y al cabo es subir Pajares.
Llegamos a Pajares, y ya estábamos en Asturias.
La bajada se presentaba peligrosa: mucha circulación, la carretera mojada, frío y mucha pendiente. Pero bajamos, casi 20 km de bajada. Alcanzamos velocidades increíbles, a pesar de ir frenando gran parte del recorrido. En un pequeño pueblo tuvimos que parar y pedir a una paisana un periódico para cubrirnos la barriga, la buena mujer nos lo dio. Al final llegamos a Campomanes.
Esa tarde intentamos por todos los medios buscar alojamiento pero fue imposible. En esta época del año Asturias está imposible, todo ocupado. Al final conseguimos algo en el pueblo anterior, Campomanes, teniendo que volver para atrás y anocheciendo. Nos metimos otra buena cena de comida-basura y así pasó nuestro tercer día.
FOTOS
1.Preparados para la lluvia 2.Santa María de Arbás 3.Asturias 4.Puerto de Pajares 5.Nuestra habitación ordenada 6.Con la familia 7.Cenorrio con "el Astu"
2º DÍA: LEÓN-VILLAMANÍN
Nos costó levantarnos. El día anterior conocimos muchos bares de la zona El Húmedo de León. Avanzamos por la N-630 (carretera Vía de la Plata) hacia La Robla, un pueblo de aspecto muy industrial. Fuimos por la nacional porque nos equivocamos, ya que nuestra alternativa eran las carreteras locales paralelas a la izquierda del camino.
Fernando ya notaba sus primeras molestias en "la parte baja de la espalda", empezaba su odisea personal.
Poco antes de llegar a La Robla nos encontramos una subida continuada inesperada, hasta llegar a El Alto del Rabizo. Costó subir pero empezamos a darnos cuenta cual era la recompensa a estas subidas, una bajada increíble. Durante esa bajada, el impacto de una mosca contra la cara podía dejarte un pequeño moratón. Así que no quiero pensar lo que hubiera pasado si atropellamos a un peatón que iba por nuestro arcén en una de las curvas. Poco faltó la verdad, no tengo ni idea que haría aquel hombre por allí, pero no era un sitio para pasear, eso seguro.
No estuvimos mucho tiempo por allí, pero Llegamos a La Robla y en una plaza repusimos fuerzas. La primera impresión que te da La Robla, es la de un pueblo industrial, no muy bonito.
A partir de aquí empezaba el terreno montañoso.
El camino hasta las siguientes localidades (La Pola de Gordón y Villamanín) se hizo más ameno, ya que había muy poca circulación por las carreteras que fuimos (paralelos a la N-630) y el paisaje era cada vez más atrayente.
Llegamos a Villamanín justo a la hora de comer. Lo hicimos en un mesón llamado "Los Toneles", comimos muy bien, pero nuestros bolsillos los sufrieron (50 euracos por tres comidas).
Después de casi una hora intentando contactar con el responsable del Albergue Juvenil donde queríamos alojarnos, lo conseguimos. Estaba casi vacío. Dormimos los tres en una habitación para 6, en literas. Buen precio y estuvimos bien.
Al tener toda la tarde por delante decidimos dar una vuelta con las bicis por la zona, ya que es una zona montañosa muy bonita. Rodrigo decidió ir hasta Pobladura de la tercia y subir hasta una ermita, con unas de las mejores vistas, pero al día siguiente pagó el atrevimiento con un pinchazo mañanero, a raíz de andar por un camino lleno de cardos.
Esa noche nos fuimos a la cama a una hora muy temprana, sobre las 22:o0. Desde el colegio que no nos acostábamos tan pronto. Pero es que el día siguiente nos tocaba el Puerto de Pajares.
1.Rober y el albergue 2.Plaza mayor Villamanín 3.Ermita de Pobladura 4.Ruta de la Plata 5.Mesón Los Toneles 6.Vistas 7.Casa rosa 8.¡Qué sueño! 9.La montaña 10.Esfuerzo 11.Pobladura 12.Vistas 13.La Robla 14.Túnel 15.El Rabizo 16.En lo alto
Fernando ya notaba sus primeras molestias en "la parte baja de la espalda", empezaba su odisea personal.
Poco antes de llegar a La Robla nos encontramos una subida continuada inesperada, hasta llegar a El Alto del Rabizo. Costó subir pero empezamos a darnos cuenta cual era la recompensa a estas subidas, una bajada increíble. Durante esa bajada, el impacto de una mosca contra la cara podía dejarte un pequeño moratón. Así que no quiero pensar lo que hubiera pasado si atropellamos a un peatón que iba por nuestro arcén en una de las curvas. Poco faltó la verdad, no tengo ni idea que haría aquel hombre por allí, pero no era un sitio para pasear, eso seguro.
No estuvimos mucho tiempo por allí, pero Llegamos a La Robla y en una plaza repusimos fuerzas. La primera impresión que te da La Robla, es la de un pueblo industrial, no muy bonito.
A partir de aquí empezaba el terreno montañoso.
El camino hasta las siguientes localidades (La Pola de Gordón y Villamanín) se hizo más ameno, ya que había muy poca circulación por las carreteras que fuimos (paralelos a la N-630) y el paisaje era cada vez más atrayente.
Llegamos a Villamanín justo a la hora de comer. Lo hicimos en un mesón llamado "Los Toneles", comimos muy bien, pero nuestros bolsillos los sufrieron (50 euracos por tres comidas).
Después de casi una hora intentando contactar con el responsable del Albergue Juvenil donde queríamos alojarnos, lo conseguimos. Estaba casi vacío. Dormimos los tres en una habitación para 6, en literas. Buen precio y estuvimos bien.
Al tener toda la tarde por delante decidimos dar una vuelta con las bicis por la zona, ya que es una zona montañosa muy bonita. Rodrigo decidió ir hasta Pobladura de la tercia y subir hasta una ermita, con unas de las mejores vistas, pero al día siguiente pagó el atrevimiento con un pinchazo mañanero, a raíz de andar por un camino lleno de cardos.
Esa noche nos fuimos a la cama a una hora muy temprana, sobre las 22:o0. Desde el colegio que no nos acostábamos tan pronto. Pero es que el día siguiente nos tocaba el Puerto de Pajares.
FOTOS
1.Rober y el albergue 2.Plaza mayor Villamanín 3.Ermita de Pobladura 4.Ruta de la Plata 5.Mesón Los Toneles 6.Vistas 7.Casa rosa 8.¡Qué sueño! 9.La montaña 10.Esfuerzo 11.Pobladura 12.Vistas 13.La Robla 14.Túnel 15.El Rabizo 16.En lo alto
PRIMER DÍA: VILLALÓN-LEÓN
Por fin llegó el día de salida.
Después de una noche sin apenas dormir por los nervios de algo tan nuevo, a las 8 de la mañana Rober apareció en la puerta de casa de el resto de participantes: Fernando y Rodrigo.
Que quede aquí constancia de que ya llevaba 7 km más que los demás.
Madrugamos y salimos pronto porque al ser verano cuando mejor se anda en bici es por la mañana y al final de la tarde, pero con la segunda opción es más fácil que te pille la noche.
Nuestra primera etapa era Valencia de Don Juan, teníamos pensado dormir en un camping que había allí, pero nos sorprendimos a nosotros mismos llegando a las 12:00. Después de almorzar nuestra decisión fue seguir hasta León, donde nos estaba esperando nuestro querido amigo Toco.
Llegamos a León entre las 15:00 y 16:00 horas, donde aprovechamos para comer nuestros bocatas en un parque. Tras encontrar el piso de Toco y subir las bicis en el ascensor (con algún que otro problema) teníamos toda la tarde para conocer León, sobre todo sus bares.
El tapeo en León está muy bien y lo aprovechamos hasta tarde. Nuestro segundo día nos esperaba con bastantes menos fuerzas que el primero.
Después de una noche sin apenas dormir por los nervios de algo tan nuevo, a las 8 de la mañana Rober apareció en la puerta de casa de el resto de participantes: Fernando y Rodrigo.
Que quede aquí constancia de que ya llevaba 7 km más que los demás.
Madrugamos y salimos pronto porque al ser verano cuando mejor se anda en bici es por la mañana y al final de la tarde, pero con la segunda opción es más fácil que te pille la noche.
Nuestra primera etapa era Valencia de Don Juan, teníamos pensado dormir en un camping que había allí, pero nos sorprendimos a nosotros mismos llegando a las 12:00. Después de almorzar nuestra decisión fue seguir hasta León, donde nos estaba esperando nuestro querido amigo Toco.
Llegamos a León entre las 15:00 y 16:00 horas, donde aprovechamos para comer nuestros bocatas en un parque. Tras encontrar el piso de Toco y subir las bicis en el ascensor (con algún que otro problema) teníamos toda la tarde para conocer León, sobre todo sus bares.
El tapeo en León está muy bien y lo aprovechamos hasta tarde. Nuestro segundo día nos esperaba con bastantes menos fuerzas que el primero.
FOTOS:
1.Salida 2.En camino 3.Lavando en la plaza con una mujer muy simpática 4.León 5.Bares del Húmedo (León) 6.Toco nos recibe 7.Almuerzo en Valencia de Don Juan 8.Buenas tapitas en León 9.Bar Rabadán
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